Jesuitas España

Un tapiz de epifanías - El Mes Arrupe

Argitaratua: Ostirala, 10 Urtarrila 2025

Por Martins Emeka Duru SJ

Desde de la ciudad eterna, donde los susurros ancestrales se funden con los murmullos divinos, yo (con 15 de mis compañeros jesuitas) me embarqué en un viaje espiritual – el Mes Arrupe, a España. El Mes Arrupe, como denota el término, se remonta a 1980 cuando el 28º Superior General de los jesuitas, P. Pedro Arrupe, pidió a todos los Superiores Mayores que proporcionaran “a los escolares (en teología) una experiencia privilegiada de oración, reflexión y dirección, a fin de completar la ‘preparación espiritual adecuada’ (al ministerio presbiteral) exigida por la Congregación General 32. Su finalidad será la de una mayor profundización del compromiso de cada escolar con su vocación, de forma que pueda tomar una decisión definitiva sobre su respuesta a la llamada a la ordenación (presbiteral), con la mayor claridad y libertad posibles.” (Carta “Sobre la preparación para la ordenación”, 27 de diciembre de 1979).

El programa del Mes Arrupe en el Colegio Internacional del Gesù de Roma, colegio fundado por Arrupe en 1968, se estructura en tres fases: la Peregrinación a los lugares ignacianos en España, las Charlas/Compartir en grupo sobre diversos temas – como el sacerdocio ministerial en el mundo de hoynuestra identidad jesuita y documentos importantesIntegración afectivo-sexual en el celibato consagradoLa opción sacerdotal de Ignacio y sus compañeros – y por último, el Retiro ignaciano de ocho días.

Este relato reflexivo destila mis experiencias de los diversos lugares ignacianos, donde la confluencia de historia, espiritualidad y belleza natural crearon el espacio sagrado para esta “adecuada preparación espiritual”. Las peregrinaciones a las vibrantes calles de Barcelona, caminando por la Carrer de Sant Ignasi, la majestuosa arquitectura gótica catalana de Santa María del Mar, donde San Ignacio mendigó el sustento, el sereno paisaje sagrado de Manresa y la Cueva donde Ignacio escribió los Ejercicios Espirituales, las escarpadas montañas y los majestuosos valles de Montserrat, donde entregó su espada a la Virgen Negra y tomó el manto de peregrino, la histórica calle de la famosa batalla de Pamplona, donde la experiencia de la bala de cañón cambió su destino, y finalmente, el momento Kairosde visitar Loyola, el lugar de nacimiento de San Ignacio, transmiten el legado espiritual de San Ignacio y el poder transformador de estos lugares sagrados, donde las fronteras entre el pasado y el presente, el yo y lo Divino, se disuelven.

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