Servicio
de la Fe
- Hombres y mujeres PARA los demás
- Colegios abiertos
- Universidades: Saber para SERVIR
- Antiguos Alumnos/as: En sintonía
- MAGIS: vivir más con DIOS
- SALIR de uno mismo con Otro
- COMPARTIR la Vida con otros
- SERVIR con sencillez y alegría
- SOÑAR una fraternidad universal en un mundo hogar
- Un estilo de vida con marca “+”
Un mundo necesitado de Evangelio
La labor pastoral tiene distintas concreciones. De hecho, todos en la Compañía de Jesús, buscamos la forma de mostrar el rostro de Dios en el mundo y crear espacios en los que suscitar y acompañar la fe de personas y comunidades. La fe no es algo más que trabajamos, sino algo desde lo cual queremos vivir y crecer. Ese es nuestro reto, y las actividades que realizamos pretenden testimoniar y transmitir ese compromiso.
Si entendemos por pastoral la búsqueda de una proclamación explícita del Evangelio en nuestro mundo hoy, existen instituciones, ámbitos e iniciativas de la Compañía de Jesús dedicadas explícitamente a ello.
Desde la pastoral en los colegios y centros educativos hasta la labor desarrollada en templos y parroquias; los centros fe y cultura, donde se busca establecer ámbitos de encuentro y diálogo entre la razón y la fe; la labor comunicativa a través de revistas y sitios web; las propuestas vinculadas a la espiritualidad ignaciana ―ejercicios, retiros, talleres―, la música…
Durante los últimos años han surgido proyectos pastorales pioneros en el mundo digital, como PastoralSJ, Rezandovoy o el portal de Espiritualidad Ignaciana. En todas esas actividades, la espiritualidad ignaciana nos lleva a poner especial énfasis en la relación personal con Dios. Una relación donde se nos da a conocer el amor de Dios y su voluntad concreta sobre cada uno de nosotros.
También existe la experiencia de peregrinación del Camino Ignaciano, que recrea el camino de San Ignacio en 1522 desde Loyola hasta Manresa. En la web hay información sobre aspectos prácticos y espirituales de este recorrido.
Construyendo Iglesia
La tarea evangelizadora se hace particularmente visible en la labor que realiza la Compañía de Jesús a través de templos, parroquias y comunidades cristianas.
Nuestros espacios de culto están integrados en el conjunto de la actividad de la Compañía: son lugares donde se celebran las actividades de otras obras y dan visibilidad a los jesuitas en la ciudad. A su vez, siendo parte de la Iglesia local, contribuyen a la vitalidad eclesial en cada contexto y están abiertos a la sociedad.
La labor parroquial de la Compañía de Jesús se caracteriza por su compromiso con la justicia, la apertura al diálogo ecuménico e interreligioso, el empeño por llegar a los alejados y a los no creyentes, y la promoción de la participación y liderazgo de laicas y laicos.
Una tarea prioritaria para estas instituciones es el fomento del conocimiento y práctica de los Ejercicios Espirituales.
Mención especial merecen los santuarios jesuitas. En nuestro país tenemos el privilegio y la responsabilidad de contar con algunos de los lugares fundacionales de la Compañía de Jesús. A lo largo de los siglos han sido testigos de la historia de salvación de nuestra tierra y de la contribución de los jesuitas a la construcción del Reino, y se han convertido en espacios de encuentro con Dios, a los que acuden fieles de todo el mundo para fortalecer su fe.
Familias para los demás
La fe se transmite de padres a hijos. La Compañía de Jesús aspira a llevar a cabo una pastoral familiar que responda a los retos concretos que hoy día plantea la familia, con el fin de actualizar y fortalecer ese eje natural de transmisión de la fe.
Nuestras instituciones pastorales y educativas ―parroquias, colegios, universidades, centros de fe-cultura, centros de pastoral, etc.― promueven grupos y actividades para la formación y el acompañamiento de la pareja y la familia en las diferentes etapas de la vida.
Particular importancia tiene la pastoral sacramental que facilita la celebración de la fe con la familia y en familia. La Compañía de Jesús busca la plena implicación de las familias en la vida de las parroquias, constituidas ellas mismas como instituciones familiares.
También se produce una respuesta al desafío de la familia en el ámbito del pensamiento y la comunicación, buscando recrear los valores familiares en nuestros días a la luz del evangelio y de la espiritualidad ignaciana.