Jesuitas España

¿Cómo influyeron los jesuitas en el pintor Vermeer?

Publicado: Sábado, 15 Abril 2023

Por lo menos en tres aspectos, los jesuitas fueron decisivos para el pintor de La joven de la perla (1665), de quien se muestra hasta el 4 de junio una retrospectiva de 28 obras (de las 35 conocidas) en el Rijksmuseum de Ámsterdam. En primer lugar, le asistieron en su vida familiar. El domingo de Pascua de 1653, Johannes Vermeer (1632-1675), entonces protestante, se casó con la joven católica Catharina Bolnes, cuya madre, Maria Thins, tenía estrecha relación con los jesuitas de Delft. Es probable que el pintor se convirtiera al catolicismo; sus 15 hijos fueron bautizados en la Iglesia católica y sus hijas estudiaron en la escuela de los jesuitas. Vermeer llamó Ignatius a uno de ellos y Franciscus a otro. Y años después se mudó con su familia al Papenhoek, el barrio papista de la ciudad protestante de Delft, donde los jesuitas administraban una iglesia escondida en un ático.

En segundo lugar, los jesuitas marcaron su obra. Una reciente investigación, Johannes Vermeer: Faith, Light, and Reflection (Johannes Vermeer: Fe, Luz y Reflejo), del comisario de la citada exposición, Gregor Weber, así lo asegura. En ella encontramos el influjo decisivo de la temática católica. Tras La tasadora de perlas (1662-1664) cuelga un juicio final. En Cristo en casa de Marta y María (1655), Vermeer trata este episodio evangélico de modo muy distinto de sus predecesores y contemporáneos, que se centraban bien en la escena repleta de víveres y utensilios de cocina. Los jesuitas Dries van den Akker y Paul Begheyn argumentan que esos cambios van muy en la línea de una compositio loci al estilo de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Se centra en los tres protagonistas, dándoles un espacio y una altura específicos y presentándolos casi a tamaño natural como si de un cuadro devocional se tratara.

En tercer lugar, también hubo influencia técnica en su pintura. Los jesuitas eran tanto doctos en materia de óptica como autores de libros de espiritualidad, donde la luz tiene un trasfondo divino. Probablemente, el padre Isaac van der Mye (1602-1656), miembro de la comunidad jesuita de Delft que se había formado como pintor antes de entrar en la Compañía y cercano a Vermeer, le enseñó el uso de la cámara oscura, según un dibujo que Weber encontró. De hecho, en algunos cuadros de Vermeer —como La encajera (1669-1670)— se perciben efectos luminosos específicos de la cámara oscura, como el hecho de enfocar en un solo punto y dejar el resto borroso, por lo que no cabe duda de que conocía el instrumento, aunque no era probable que lo usara para pintar.

Fuente: artículo de Bert Daelemans SJ en Alfa y Omega: https://alfayomega.es/vermeer-y-los-jesuitas/

(Fotografía superior: “Vista de Delf”; inferior, “Cristo en casa de Marta y María”, RIJKSMUSEUM)