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3 de enero, los jesuitas celebran la fiesta del Santo Nombre de Jesús

Publicado: Domingo, 01 Enero 2023

El 3 de enero, la Compañía de Jesús celebra la fiesta del "Santo Nombre de Jesús". Es a finales de la Edad Media cuando la espiritualidad del Nombre de Jesús se desarrolla en Occidente. En primer lugar en el ámbito franciscano, gracias a la predicación de San Bernardino. El santo de Siena eligió las tres primeras letras griegas del nombre de Jesús, IHS, para elaborar objetos de devoción que reemplazaran la controversia heráldica de las familias. Este "trigrama" ya era la abreviatura de "IHSOUS" en los manuscritos del Nuevo Testamento, donde el amanuense superponía una tilde o un guion ondulado, precisamente para indicar que "IHS" era una abreviatura. Cuando a partir del siglo X los manuscritos griegos en "oncial" (escritos en mayúsculas) se convirtieron en "minúsculas" a partir del guion sobre la ihs se intersectó con el pentagrama vertical de la "h", formando una cruz. Así se recupera el entrelazamiento del nombre y la cruz.

Es este tipo de "cruce de trigramas", a menudo rodeado de rayos solares, el que desde el centro de Italia llega a otras partes de Europa Occidental. Y es en París donde Calvino y San Ignacio se encuentran. El primero lo convirtió en el escudo de armas de "su" ciudad de Ginebra. Este último comenzará a utilizarlo para marcar sus letras. Más tarde, el IHS se convertirá en el símbolo de la Compañía de Jesús. Además de su significado griego, también puede entenderse como la abreviatura latina de "Iesus Hominum Salvator" (Jesús Salvador de los hombres). En un solo símbolo, convergen una perspectiva griega, latina y judía (cf. "Salvator"). La cruz de la "H", ahora también en mayúsculas, une siempre el nombre y la cruz, y los tres clavos representados a menudo abajo recuerdan la pasión de Cristo, pero también los tres votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia.

Si Ignacio y los primeros jesuitas pudieron identificarse con este símbolo es porque habían elegido llamarse a sí mismos compañeros "de Jesús" y no "Iñiguistas" u otra denominación. Es la persona misma de Jesús, su "Nombre", es decir, su "identidad comunicada", la que inflamó el corazón de Ignacio, la que es el punto de apoyo de los Ejercicios, la que une a los primeros compañeros y la que se supone que es la única "palabra" de la Compañía. Es, como dice la fórmula del Instituto, "insigne por el nombre de Jesús". Por lo tanto, el IHS es omnipresente en el arte jesuita, en los documentos oficiales y aún hoy en día en muchos de los "logos" utilizados por la Compañía. Como repitieron los primeros jesuitas, este Nombre "es más hermoso que el amanecer y la luz" y "nosotros los jesuitas debemos estar listos para dar nuestra sangre por este nombre".

*artículo basado en el texto de Jean-Paul Hernández SJ