Jesuitas España

Mujeres ignacianas

Publicat el Dilluns, 03 abril 2023

Tras los intentos de Isabel Roser, Francisca Cruyllas y Lucrecia de Brandin por ingresar y permanecer en la Compañía de Jesús (1544-1545), los jesuitas decidieron cerrar la posibilidad de contar con una rama femenina en la orden [Constituciones 588].

Pero la misma vida empezó a buscar otros caminos y comenzó a hablar por sí misma. La espiritualidad cristocéntrica y misionera de los Ejercicios espirituales empatizaba muy bien con la experiencia religiosa de no pocas mujeres que, desde circunstancias muy diversas, deseaban seguir al Señor Jesús como verdaderas discípulas, en misión, saliendo, por tanto, de los muros que la estricta clausura les imponía.

Las primeras fundaciones femeninas de espiritualidad ignaciana lideradas por Juana de Lestonac o Mary Ward abrieron una nueva senda en la Iglesia que no tenía “marcha atrás”. Hasta avanzado el siglo XX continuaron surgiendo nuevas congregaciones femeninas que inspiradas en los documentos fundacionales de los jesuitas (Ejercicios y Constituciones) los asumían de manera nueva y creativa para responder mejor a su llamada “según tiempos y lugares”. Hoy son más de 210 congregaciones e institutos femeninos que se reconocen en la Iglesia “de espiritualidad ignaciana”.

De todo esta historia y vida encontramos amplia información en Mujeres Ignacianas. Escritos esenciales, nuevo libro de la colección Manresa (nº 86), que recoge los “escritos esenciales” de 20 mujeres que vivieron “a la ignaciana”, desde la jesuita Juana de Austria (1535-1573) hasta Rosario Vilallonga (1911-1991). Más allá de un libro de “historia de la vida religiosa”, acerca el trabajo del Espíritu en tantas mujeres cuya experiencia de Dios “embellece la Iglesia” y dignifica el mundo.

El libro es muy pedagógico en su presentación: párrafos breves, palabras clave, concisas introducciones, bibliografía, cronología… todo para poner al lector/a en contacto directo con una experiencia de Dios en clave y corazón de mujer. Es un libro de comunión y de Iglesia, de misión y fraternidad que saca a la luz por primera vez tanto bien recibido de Dios a través de estas mujeres y sus congregaciones.

José García de Castro.

(Imágenes de Isabel Alonso Valdés)