Jesuitas España

Francisco y los jesuitas: un “hermano” mayor que es Papa

Publicat el Dilluns, 13 Març 2023

La noche del 13 de marzo 2013, desde el balcón de San Pedro, Francisco decía  que “parece que los cardenales han ido a buscar un obispo para Roma al fin del mundo.” El primer papa latinoamericano y el primer papa jesuita. Todo novedad.

Muy pronto estableció una cordial y fraterna relación con la Compañía: llamada al P. Adolfo Nicolás al día siguiente, entrevista a los pocos días, visitas a la curia casi cada año en la fiesta de San Ignacio, encuentros con los jesuitas en todos sus viajes, se reconoce explícitamente jesuita…

Nos ha hablado en múltiples ocasiones: la primera entrevista publicada en todas las revistas de la Compañía, homilías en las fiestas de San Ignacio y del nombre de Jesús, discursos a instituciones apostólicas y de un modo especial, a la Congregación General 36 y la confirmación de las preferencias apostólicas. Palabras de un “hermano mayor”, como decía Laínez de Fabro, tan querido para Francisco; pero un “hermano mayor” que es Papa, a quien ofrecemos nuestro carismático voto de obediencia. A ejemplo de Fabro nos ha hablado con dulzura, fraternidad, amor, en verdad. Nos ha narrado, “de la Compañía solo se pueda hablar en forma narrativa,” nuestra identidad con claridad e insistencia.

 Así nos ha hablado de la centralidad de Cristo y de la Iglesia. Dos puntos de referencia para la vida y misión. Jesús, el centro y la única referencia; de ahí que cada jesuita y el cuerpo de la Compañía debe estar siempre “descentrado.” La Compañía configurada con un Dios que se “vació de sí”: “con Cristo pobre y humilde”, “bajo el estandarte de la cruz.”

Pero no se puede estar centrados en Cristo sin estar centrados en la Iglesia. “Son dos fuegos que no se pueden separar,” escribía el 16 marzo, al P. Nicolás, y oraba para que fuéramos testimonios de entrega al servicio de la Iglesia, Esposa de Cristo y su Vicario. En el bicentenario de la restauración invitaba a ser “remeros expertos y valerosos;” “…rememos al servicio de la Iglesia, rememos juntos, aunque es fatigoso remar…”

Nos ha trazado también un perfil del jesuita con estos rasgos: “un pecador”, hombre de pensamiento abierto, de grandes deseos, siempre en búsqueda, discerniendo, hombre de diálogo en todas las fronteras.

Celebremos el décimo aniversario de su pontificado con enorme gratitud.

 Elías Royón, SJ