"A un joven que quisiera ser jesuita"

Así comenzaban unas palabras de Pedro Arrupe en las que daba un requisito sorprendente para un joven que estuviera pensando entrar en la Compañía. Ese requisito era… ¡el sentido del humor! “Ven si tienes unas espaldas suficientemente fuertes, un espíritu abierto, una mente razonablemente abierta y un corazón más grande que el mundo. Ven si sabes ser bromista y reírte con otros y… en ocasiones, reírte de ti mismo”.
Hoy en día muchos jóvenes se plantean ser jesuita y viven esta posibilidad con una mezcla de ilusión, deseo y dudas. Algo común en casi todos los procesos vocacionales es el sentirse un poco perdido ante una opción que se sale de lo habitual:
Y si resulta que tengo vocación, ¿por dónde empezar?
Ante esta pregunta, la Compañía de Jesús intenta acompañar el proceso a través de personas y herramientas que ayuden a tomar una decisión tan importante para la vida de uno.
En primer lugar, existen recursos online para que el propio joven deje resonar esa llamada en su interior. Aprovechando el anonimato de internet, muchos chicos “trastean” en la web serjesuita.es donde encuentran información sobre la Compañía, su historia, su misión… Así mismo, los múltiples testimonios de jesuitas “de carne y hueso” son un espejo donde mirarse y dejar que el deseo de entrega crezca y madure.
Otro buen recurso es la serie de oraciones de Rezando Voy orientadas a la pregunta vocacional hacia la vida religiosa. De este modo, el joven puede recorrer un camino interior en el que se le ofrecen textos bíblicos de llamada y respuesta. Una oportunidad única para poner nombre a las ilusiones, dudas y certezas de la propia historia vocacional.
Finalmente, cuando un joven es capaz de formularlo, se le invita al acompañamiento espiritual. Así, puede recorrer junto a una persona experimentada el camino de la vocación de manera libre y personal. Este acompañamiento dura el tiempo que necesite, hasta que la propia persona esté segura del próximo paso: sea buscar otro camino o entrar en la Compañía.
En España, una vez que el joven expresa su voluntad de ser jesuita, se inicia un proceso de discernimiento que se denomina prenoviciado. Durante aproximadamente un año, se facilitan encuentros en distintas ciudades y obras de los jesuitas para que el candidato conozca mejor a la Compañía y, viceversa, la Compañía conozca mejor al candidato. Todo con la intención de encontrar la voluntad de Dios para su vida. En ese tiempo, también conocerá a los otros jóvenes que se están planteando la vocación. Compartir con otros el proceso suele ayudar a dar realismo y valentía a esta decisión tan delicada como apasionante.