Jesuitas España

Los asteroides y la Compañía de Jesús, una combinación científica

Argitaratua: Astelehena, 18 Martxoa 2024

Según la web del Vaticano (Vatican News), más de treinta asteroides llevan hoy los nombres de  religiosos jesuitas. Entre ellos, el Padre Christopher Clavius, a quien Gregorio XIII encargó el proyecto del calendario - "su" asteroide se llama 20237 Clavius- y el Padre Giovanni Battista Riccioli (1598-1671), que desarrolló el sistema de nomenclatura lunar que se sigue utilizando hoy en día; el ahora famoso "Mar de la Tranquilidad" donde aterrizó el Apolo 11, por ejemplo, le debe su nombre. Como los jesuitas han viajado mucho durante siglos, otros de estos asteroides representan distintas partes del mundo, como Filipinas (4866 Badillo), Paraguay (6438 Suárez), China (31124 Slavicek), la República Democrática del Congo (23443 Kikwaya) y Argentina (2490 Bussolini). Otros asteroides fueron bautizados por astrónomos del Observatorio Vaticano, entre ellos 302849 Richardboyle, 119248 Corbally, 14429 Coyne, 4597 Consolmagno, 23443 Kikwaya y 11266 Macke.

Precisamente este último jesuita Macke ha sido el encargado de estudiar fragmentos del asteroide Benn que llegaron a la tierra tras una misión de dos años el pasado septiembre. Así nos lo cuentan en La Civiltá Cattolica

A fines de septiembre, la misión OSIRIS-Rex de la NASA trajo fragmentos del asteroide Bennu de regreso a la Tierra. Los primeros resultados obtenidos fueron anunciados en oportuna conferencia de prensa; en particular, se dio información relevante sobre la composición química de las muestras, que son ricas en carbono y agua.

Los científicos esperaban esto. De hecho, es la razón por la que se decidió ir a ese asteroide. Hubiera sido desconcertante que las muestras no contuvieran esos materiales: gracias a la espectroscopia, de hecho, es posible detectar sustancias químicas en objetos distantes observando sus emisiones (el arco iris de colores que vemos cuando descomponemos la luz con un prisma).

El primer científico que midió la composición de estrellas y planetas observando su espectro luminoso fue el jesuita italiano Angelo Secchi, desde su observatorio situado en lo alto de la iglesia de San Ignacio en Roma, en la década de 1860.

 

En el nuevo centro de visitantes del Observatorio Vaticano en Castel Gandolfo se puede ver una maqueta de dicho observatorio, creada por el hermano Bob Macke, de la Specola, durante el aislamiento por Covid.

El hermano Macke, conservador de las colecciones de meteoritos del Vaticano, es un constructor por pasión y por trabajo. Recientemente instaló un picnómetro de su propia creación en el Centro Espacial Johnson en Houston. Es un dispositivo que mide el volumen de objetos sólidos de forma irregular, incluidos los porosos, mediante la expansión de un gas y las consiguientes variaciones de su presión. En este caso, se utilizará para medir la densidad y porosidad de las muestras de Bennu.

El hermano Macke se ha mostrado entusiasmado con el éxito de la misión, sobre todo con su primer hallazgo: no tanto que las rocas sean ricas en agua y carbono, sino que realmente sean rocas. De hecho, existía un riesgo real de que las vibraciones y los golpes a los que habían sido sometidos, primero en el momento de la extracción de la superficie de Bennu, y luego durante el transporte y aterrizaje de la cápsula en el desierto de Utah, hubieran reducido las muestras a polvo. Sigue leyendo en este enlace