Los compañeros de Jesús y el cine (I)*

Cuando nace el cine, en las postrimerías del siglo XIX, la Compañía de Jesús lleva ochenta años restablecida después de su supresión. Y no sería hasta la llegada del cine sonoro en 1929 que empiezan a arreciar críticas y censuras al cine por parte de la Iglesia, incluida la Compañía.
En los primeros cincuenta años del siglo XX el cine fue un tópico de la predicación crítica en la Iglesia, y en concreto en España. Así que no es de extrañar que directores de la talla de Buñuel, Hitchcok, Berlanga… recordaran su paso por los colegios jesuitas como experiencias muy represivas y hasta traumatizantes. La Iglesia creó además la censura propia (aparte de la estatal) que colocaba a las puertas de los templos con calificaciones mucho más restrictivas que las oficiales.
Este clima adverso al cine va a su sufrir un gran cambio a mediados de siglo. Sectores católicos franceses escriben sobre el cine como aliado de lo sagrado y la revista de pensamiento Études de los jesuita franceses incluye una crítica de cine con criterios más artísticos y menos moralistas. También en España se da un cambio semejante y se funda la revista Film ideal, tomando ese nombre de un proprio del papa Pío XII sobre el cine en sentido claramente positivo. A partir de ese momento muchos miembros de la Compañía empiezan a fundar en sus lugares de trabajo y colegios lo que se llamó cine-fórums, sesiones de películas escogidas, que al terminar la proyección se comentaban por parte de los espectadores. Algunos de los cuales han continuado hasta la la actualidad en muchos centros fe-cultura de la Compañía como en Las Palmas, San Sebastián, Zaragoza y muy recientemente en Madrid (Jesuitas-Maldonado).
En la década siguiente, los años sesenta, la universidad de Valladolid crea una cátedra de Historia y Estética del Cine y encarga al jesuita Carlos Martía Staehlin que la ocupe y organice un curso de verano. Sería más tarde el introductor del cine del sueco Ingmar Bergman en España. En 1964 en la Casa de Escritores de la Compañía de Madrid se funda la revista Reseña de Literatura, Arte y Espectáculos, calco de la italiana Letture, que dirigirá en sus primeros años el P. Antonio Blanch y que incluye una sección de cine.
En esa misma década el P. Arrupe, elegido superior general en mayo de 1965, va a ser un impulsor decidido de la utilización de los medios de comunicación social por parte de los jesuitas. Y a partir de esa fecha muchos jesuitas jóvenes estudian periodismo, cine, televisión y radio y el cine se revaloriza como medio de la misión de la Compañía
*(texto basado en el artículo “Los compañeros de Jesús y el cine”, de Angel Pérez Gómez SJ, publicado en la revista Manresa, vol. 92, 2020, pp. 389-399)
(La filmografía sobre la vida de jesuitas destacados, o aquella en la que algunos jesuitas son protagonistas se aborda en este otro texto).