Jesuitas España

Málaga y los jesuitas II: La nueva Compañía

Argitaratua: Igandea, 15 Martxoa 2020

La expulsión de los jesuitas en 1767 interrumpió bruscamente la presencia jesuita en Málaga que recogíamos en un post anterior. La vuelta de los jesuitas a España de la mano de un gobierno absolutista les hizo ser víctimas recurrentes de los vaivenes políticos de la España del siglo XIX. Así, fueron de nuevo suprimidos (y restaurados) en tres ocasiones, de 1820-1923, de 1834-1952, y de 1868-1974.

Residencia e iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

Como consecuencia de la misión predicada por jesuitas en 1877, el obispo Manuel Gómez de Salazar consiguió que abrieran una comunidad el 2 de febrero de 1881 en la calle Beatas, desde donde atendían la iglesia de San Agustín y la dirección espiritual del seminario.

La residencia se trasladó en 1886 al actual Museo Picasso (donde abrieron una escuela para niños), y de ahí, en 1904, a la calle Álamos. Los jesuitas se dedicaron a sus ministerios propios en el templo, así como a las congregaciones marianas (entre ellas la de la Buena Muerte y Los Luises, erigidas en 1882) y a misiones populares por zonas rurales, donde destacó el beato P. Tiburcio Arnáiz, cuyos restos reposan en la iglesia del Sagrado Corazón. El P. Aicardo fundó la Casa del Niño Jesús, en calle Pozos Dulces, para albergar a los niños de la calle que la riá de 1907 dejó solos y sin techo.

Para la construcción de la residencia e iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, compraron el Parador del General, en una plazuela (actual plaza San Ignacio) en la calle Compañía, y encargaron el proyecto a Fernando Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera. El 7 de junio de 1907 el obispo Juan Muñoz Herrera colocó la primera piedra, pero si bien la vivienda de los jesuitas pudo habitarse en 1910, la iglesia no sería inaugurada hasta el 12 de mayo de 1920.

En esta residencia acomodaron otro colegio de 1912 a 1920, donde estudiaron, entre otros, el premio Nobel Severo Ochoa y el poeta Manuel Altolaguirre.

El Patronato San José para obreros y la Escuela San José

Los jesuitas iniciaron una Escuela Nocturna para obreros, en unos locales de una antigua fábrica de jabón de la Calle Refino cedidos por D.ª Ventura Terrado. Allí empezó el Patronato San José para obreros cristianos en 1906, que se trasladó a la calle Pozos Dulces, en la parte trasera de la Residencia, al fallecer doña Ventura Terrado en 1913.

Entre 1916 y 1920 experimentó un gran desarrollo, con cinco aulas graduadas, con un total de 250 plazas. El Director estableció una sección en la Congregación mariana del Patronato, llamada Guía de Málaga con cuyo trabajo se editó la Guía de Málaga en la mano que el Ayuntamiento declaró Guía Oficial de Málaga. Ante la afluencia de alumnos, se prepararon más aulas en una casa adquirida en la Calle Pozos Dulces.

El 11 de mayo de 1931, alrededor de media noche las turbas invadieron el Patronato y la Residencia y destruyeron cuanto encontraron a su paso, dejando inservible el inmueble. Disuelta la Compañía en 1932, los jesuitas vivían en residencias camufladas en distintos pisos alquilados y en 1934 pudieron abrir las clases del Patronato en aulas prestadas en el colegio San Manuel.

Devuelto el edificio en 1939 se puso en funcionamiento el Patronato Obrero con clases nocturnas, a las que se añadieron en 1944 cuatro secciones unitarias, con maestros nacionales para enseñanza diurna de niños. Simultáneamente se empezó a montar un taller muy rudimentario de mecánica y algo de electricidad teórica.

El P. Francisco Mondéjar tomó con decisión la dirección del Patronato y de la Congregación mariana en 1945, y construyó un gran edificio para la Escuela Profesional de 1951 a 1953. En 1959 se inició un internado que pervivió hasta 1975, ya en la barriada Carranque, a donde se trasladó el colegio en 1968. Actualmente es un Centro de Educación Secundaria y Formación Profesional de la Fundación Loyola Andalucía y Canarias.

Colegio San Estanislao de Kostka

Los jesuitas habían abierto un colegio en Sevilla en 1868 que fue trasladado a Málaga en 1882 a un edificio diseñado por el primer rector, el P. José M.ª Vélez junto con el arquitecto Jerónimo Cuervo, y construido por la Sociedad de Accionistas del Colegio San Estanislao (después Sociedad Constructora) en un terreno donado por el marqués de Iznate, don Antonio Campos. Los jesuitas pagaban un alquiler con el que se iban amortizando las acciones, con lo que a la larga la propiedad pasaría a la Compañía de Jesús, lo que ocurrió en 1952.

El colegio abrió sus puertas en octubre de 1882, como “incorporado” o agregado al Instituto de Málaga, y en su primera etapa nunca superó los 300 alumnos, la mayoría internos, entre ellos, José Ortega y Gasset, Manuel Altolaguirre y el beato Enrique Vidaurreta.

Los disturbios del 11 de mayo de 1931 no llegaron a El Palo, pero supusieron una interrupción temporal que forzó un final irregular de la actividad académica. El curso 1931-32 acabó bruscamente, por la anunciada disolución de la Compañía de Jesús y la incautación de sus bienes en febrero de 1932. El Dr. José Gálvez Ginachero, entonces presidente de la Junta Directiva de la Sociedad Constructora, hizo todo lo posible para evitar la incautación del colegio, pues no era propiedad de la Compañía, e interpuso un pleito cuya respuesta no llegó, si bien se falló en su favor en 1935. El edificio fue usurpado y transformado en un internado oficial y en un instituto-escuela con los métodos de la Institución Libre de Enseñanza. Un grupo de padres liderados por Agustín Cabeza de Vaca y Ruiz-Soldado, XV marqués de Crópani, abrieron el colegio SADEL, donde continuaron muchos de los alumnos y donde daban clase algunos los jesuitas. En los primeros tiempos de la Guerra Civil fueron asesinados ocho religiosos, entre ellos el Rector nominal del colegio, P. Luis Gordillo.

En febrero de 1937 fue devuelto el colegio a los jesuitas y en junio de 1937 comenzaban las clases, en una institución que era prolongación de la etapa anterior, si bien se produjo un cambio cuantitativo importante en el alumnado, posibilitando su apertura a la clase media malagueña. Uno de sus alumnos fue Félix Revello de Toro.

Durante los años sesenta la organización tradicional del colegio se transformó profundamente y cambió la extracción social de sus alumnos con los conciertos educativos de la LODE (1985). Actualmente es un colegio de la Fundación Loyola Andalucía y Canarias (creada por la Compañía de Jesús en 1998), que imparte desde Educación Infantil a Bachillerato.

SAFA-ICET

También se preocuparon los jesuitas por el cultivo de los obreros, siguiendo el impulso del catolicismo social, apadrinando o promoviendo distintas iniciativas como escuelas dominicales y nocturnas y círculos católicos obreros.

Los marengos de El Palo no sólo recibieron obras de caridad, sino que al amparo del colegio, algunos jesuitas colaboraban con la parroquia e iniciaron un Círculo Católico Obrero en 1893 con escuela de adultos. Poco después, en 1905, en el recinto del propio colegio, se instaló una escuela para niños de la barriada, con entrada por la puerta de los Carros, que les resultaba familiar por ser el lugar de reparto de comidas y limosnas.

En 1937 el P. Antonio Ciganda fundó un grupo escolar en unos almacenes o atarazanas de la playa de El Palo, construyó un edificio y en los años cuarenta lo amplió con una escuela nocturna y la escuela profesional, que se convirtió en el prestigioso ICET de los años cincuenta, con el internado del Reaseguro. Hoy es un colegio de Primaria, Secundaria y Formación Profesional integrado en la Fundación SAFA.

Wenceslao Soto Artuñedo, S.I.