CIE: Acompañar a personas sin libertad
Uno de los criterios que San Ignacio señala en las Constituciones de la Compañía para elegir la misión de los jesuitas es ir a donde otros no llegan. Ya en 1980 el entonces Superior General, Pedro Arrupe SJ, fundó el Servicio Jesuita a los Refugiados, una obra para atender a las personas que se ven obligadas a dejar sus hogares en busca de una vida digna. Desde entonces el drama de la movilidad humana no ha dejado de aumentar.
En esta línea de misión, desde hace 8 años, la Compañía de Jesús en España está presente en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Por supuesto, no somos los únicos, y otras instituciones –civiles y de iglesia, como Karibu o SOS Racismo- también trabajan en la misma línea. Pero la realidad es que los CIE siguen siendo una realidad demasiado oculta, y todo lo que contribuya a poner luz sobre su existencia y sus límites es hoy muy necesario. Jesuitas y personas vinculadas a las distintas obras del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) acuden con regularidad a los CIE de Madrid (a través de Pueblos Unidos) , Barcelona (Migra Studium) , Valencia (SJM), y Tarifa y Algeciras (a través de la Asociación Claver de Sevilla).
Los CIE son lugares donde se priva de libertad a personas extranjeras en situación irregular que van a ser expulsadas del territorio nacional; en teoría no son ni deberían ser cárceles, centros de acogida o centros de estancia temporal. Sin embargo, a veces parecen cárceles, se utilizan como centros de acogida, y la duración excesiva de las estancias hace que la línea entre el CIE y la estancia temporal sea, cuando menos, difusa. Además, si el fin de estos centros es la expulsión, hay dos elementos muy cuestionables. El primero, el mismo concepto de “gente expulsable”, muy problemático desde un punto de vista ético. El segundo, el hecho es que en 2016 solo se expulsó al 29% de los detenidos muestra que los CIE no se están utilizando para lo que eran. Son estructuras opacas, en las que en muchas ocasiones se vulneran derechos básicos y que además son manifiestamente ineficientes.
¿Qué hacen los jesuitas en los CIE? Por un lado tratan de responder a las necesidades más básicas de los internos: ponerles en contacto con sus familias o sus abogados, asesorarles jurídicamente, cubrir necesidades básicas como ropa, escucharles, atenderles pastoralmente, etc.
Por otro lado, realizan una labor de incidencia, de denuncia de las injusticias observadas y de sensibilización de la sociedad española para cambiar estas estructuras injustas. A lo largo de los años se han ido viendo progresos fruto de esta labor de incidencia, como la mejora de las condiciones y derechos de los internos, pero aún queda mucho camino por recorrer hasta el cierre definitivo de los CIE. Una de las concreciones de esta incidencia es el informe sobre los CIE en España que elaboran los jesuitas cada año. El de este año se ha presentado en Madrid ante la Defensora del Pueblo este jueves 8 de junio y se presentará en Barcelona el 15 de junio.
Aquí puedes encontrar acceso al informe de este año y de años anteriores.