Nuevas fronteras, un mismo compromiso
“Pensar el mundo es comenzar a cambiarlo”, dice una de las numerosas felicitaciones que llegan estos días a Cristianismo y Justicia. Es sin duda una buena manera de definir el trabajo de este centro de estudios de la Compañía de Jesús, con sede en Barcelona, que pretende, desde la reflexión social y teológica, contribuir a la transformación de las realidades que generan injusticias y que provocan sufrimiento.
Y lo hace, sobretodo, gracias a la colección de Cuadernos CJ en los que, de forma rigurosa pero ágil para el lector, ofrece las claves de interpretación de los temas fundamentales que afectan al mundo de hoy. Su alcance no es poco: 45.000 ejemplares en tres lenguas, distribuidos en todo el mundo, además de la posibilidad de descargarlos gratuitamente desde la web. No exageramos si decimos que repasar los títulos de los Cuadernos CJ es, de un vistazo, pasar por los grandes temas sociales que han marcado las últimas tres décadas.
Ahora Cristianismo y Justicia acaba de cumplir 35 años y de presentar su cuaderno 200: “Nuevas fronteras, un mismo compromiso. Retos actuales del diálogo fe-justicia”, que ha sido gestado durante el último año por miembros no ya de la generación fundadora del centro sino de una segunda generación, que se abre a nuevos horizontes de debate en el diálogo fe-justicia desde el mismo compromiso del inicio.
Apunta pues, este cuaderno 200, a las cuestiones que deben ser foco de atención para el centro: ¿Cómo dotarnos de una nueva ética global que tenga en cuenta el respeto al planeta tierra y a todas sus formas de vida? ¿Cómo construir comunidades de solidaridad y fraternidad, en un mundo quebrado, desigual, donde impera la ley del más fuerte? ¿Cómo respetar, escuchar, hacer participar, dignificar,… a las minorías étnicas, culturales, religiosas, en tiempos de un embate cultural occidental a caballo de una globalización galopante? ¿Cómo hablar hoy sobre Dios en una cultura, no ya atea, sino desconocedora completamente de la cultura religiosa?...
Cristianismo y Justicia nació en la estela de la Congregación General 32 de la Compañía de Jesús, que acuñó la misión de los jesuitas como el servicio de la fe y la justicia. La vocación de Cristianismo y Justicia, respondiendo a esa llamada, ha sido desde sus inicios, aportar la reflexión divulgadora que alimenta el espíritu de aquellos que se encuentran en las primeras fronteras trabajando por un mundo más justo.