Jesuitas España

Los jesuitas y la música: “Jesuita non cantat”* 

Argitaratua: Igandea, 01 Urria 2023

 

Es conocido en ambientes eclesiásticos la frase: “Jesuita non cantat” (El jesuita no canta). ¿De dónde viene esta frase y cuál es la relación de los jesuitas con la música?  

Se ha repetido que san Ignacio no quería que los miembros de su orden emplearan la música y de esto se deduce que no le gustaba. Pero no es cierto. San Ignacio conocía y disfrutaba de la música, considerando que era buena para elevar el alma a Dios. Pero, al elaborar las Constituciones de la Compañía de Jesús, se opuso a la existencia del coro.  

Esta decisión está basada en dos razones: una es para que los jesuitas se centraran en el estudio “y cosas de más provecho para el espíritu y labor que iban a desempeñar”. Y, en segundo lugar, en la movilidad del  jesuita, que debe estar dispuesto a cambiar de misión según las necesidades del tiempo y lugar. Así, se dice en el número 586 de las Constituciones: “Y, por otra parte, siendo tanto incierta nuestra residencia en un lugar y en otro, no usarán los nuestros tener coro de horas canónicas ni decir las misas y oficios cantados”.  

Estos apartados han dado origen a la mala fama de la relación entre los jesuitas y la música. Y es que hasta la fundación de la Compañía de Jesús, todas las órdenes religiosas existentes tenían la obligación de rezar las horas en el coro, en canto llano (gregoriano), los días ordinarios o en canto de órgano (polifonía) los días festivos. Autores como Ribadeneira y Zabala nos confirman que san Ignacio, con las nuevas normas relativas a la prohibición del coro, quería permitir una mayor dedicación de los suyos a los diferentes ministerios y una rápida movilidad para desplazarse a aquellos lugares donde fueran necesarios. Estas premisas eran incompatibles con tener un coro, que implicaba disponer de tiempo de ensayo para una correcta interpretación de la música y un buen número mínimo de miembros estables en cada comunidad.  

Aun así, Paulo IV impuso a la primera Congregación General de la Compañía en 1558 la obligación de cantar el oficio divino en el coro. Muerto este papa, los jesuitas volvieron a suprimir el coro.   

A lo largo de la historia, la música fue introduciéndose en numerosas obras de la Compañía, especialmente en los colegios y mención aparte tendría el aporte clave de la música en las Reducciones jesuitas de América Latina. Abordaremos ambos temas en próximos posts. Mientras tanto, quédense con esta frase: En la actualidad... ¡¡los jesuitas sí cantan!!

*Texto basado en el artículo de Ana Ángeles Retamero Molina, del libro “Jesuitas. Impacto cultural en la monarquía Hispana (1540-1767). Vol. II”, dirigido por Henar Pizarro (Mensajero-Salterrae/Universidad Pontificia Comillas. 2022)